[CAST]
El objetivo de este proyecto ha sido la transformación del edificio existente en un centro cultural y social para dotarlo de representatividad institucional. Al inicio de nuestro proyecto nos encontramos con un edificio oscuro, semienterrado y sin ninguna calidad en sus espacios, ubicado en el interior de una manzana de viviendas en la ciudad de Girona. El programa, muy variado, va de un auditorio con capacidad para 180 personas a una sala de exposiciones, una sala de informática y la área administrativa.
Trabajamos sobre el edificio existente para exprimir la capacidad de expresión del espacio interior y proponer una imagen potente tanto interior como exterior.
La investigación de esta nueva imagen ha generado un nuevo mundo de interiores sugerentes. Tomando como referencia el techo de la Pedrera de Gaudí, planteamos un cielo raso blanco continuo pero maleable y quebrado, que tuviera un carácter expresivo propio y que estuviera presente en todos los diferentes espacios del variado programa del EspaiCaixa. Asímismo, el paradigma del patio de luces de la Casa Batlló nos define las características de los paramentos verticales separadores de espacio que, como los azulejos de Gaudí, se tintan de un tono azul-verde para dar frescor y aportar luminosidad.
Tanto el falso techo como los paramentos verticales vidriados y tintados dan unidad al conjunto y guían al usuario.
El enérgico aspecto interior transpira sus particularidades a la fachada del edificio, que se tinta parcialmente de los colores interiores. A pesar del contraste entre EspaiCaixa y los edificios de viviendas que lo rodean, la integración en el tejido urbano se mejora respecto al edificio existente y pasa a ser un interior de manzana transitado y frecuentado por los vecinos.
[ENG]
The aim of this project was the conversion of the existing building into a cultural and social centre, which would provide it with institutional representation. The outset was a dark, half-buried building that lacked quality spaces, placed at the interior of a block in Girona. The vast remodelling program included a 180-seat auditorium, an exhibition room, a computer room and an administrative area, among other spaces.
We decided to work on the existing building in order to take full advantage of a very expressive interior space, whilst proposing a powerful image both to interior and exterior spaces.
The pursuit of a new image uncovered a world of suggestive interior spaces. Taking the ceiling of Antoni Gaudí’s Pedrera as a model, our proposal consisted of a white dropped ceiling, continuous yet undulating, uneven, which has an expressive character of its own and is present in all spaces of EspaiCaixa. Also, Gaudí’s Casa Batlló offered some ideas for the courtyard, in the features of separating surfaces that -as in Gaudí’s mosaic tiles- are coloured in blue-green in order to provide freshness and luminosity.
Both the false ceiling and the coloured glass walls give the building unity and contribute to guide the user throughout the facilities
The vibrant design in the interior reveals its distinctive features to the façade, which is partially painted with the same colours as the interior. Despite the contrast between EspaiCaixa and the surrounding blocks, the overall integration with the urban fabric is improved with respect to the previous building. Moreover, it becomes an inner block used and frequented by the neighbours.
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